lunes, 10 de octubre de 2011
Castigos inutiles.
Castigos inútiles
Cuando las palabras se agotan y no se ven resultados, la mayoría de los padres opta por los castigos, pero ¿son eficaces? "Muchos métodos punitivos son ineficaces", afirma Fabio Sáenz. "Padres que castigan a sus hijos con horas extras de estudio o los obligan a estudiar si les va mal en una prueba. O colegios que castigan a sus alumnos dejándolos más tiempo que los demás haciendo tareas. Todas son estrategias que no contribuyen a motivar el estudio sino todo lo contrario", sentencia.
Para el experto, lo importante es conocer la capacidad de estudio de los hijos. En ese sentido no es recomendable sobre exigirlos -cuando sus capacidades están al límite- ni sub exigirlos cuando están fracasando, pero claramente pueden rendir más.
En ese sentido se debe diferenciar entre motivar a un hijo al que le cuesta bastante y tiene malas notas, y motivar a uno que no le cuesta y tiene buenas notas.
En ambos casos, sin embargo, ideal es llegar a un acuerdo con el menor sobre lo que se espera de su rendimiento en el colegio. Si no lo puede lograr es necesario explorar cuáles son las razones: desmotivación, problemas de aprendizaje, de salud mental, familiares, de relaciones sociales, etc. Muchas veces es necesario consultar a un especialista en adolescentes.
No hay una manera única de motivarlo. A algunos les puede servir proponerles refuerzos si mantienen el rendimiento o acordar qué consecuencias tendrá si no logran el rendimiento que acordaron con sus padres. Lo importante aquí es fomentar la progresiva autonomía de los hijos en el estudio.
Los niños son mucho más dependientes de los padres que los adolescentes. Es esperable que un adolescente pueda asumir sus responsabilidades académicas sin la supervisión de sus progenitores. Si no resulta esta entrega de autonomía es necesario preguntarse si el problema está en el hijo, los padres, ambos y si es necesario consultar.
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