GUÍA PRÁCTICA PARA MOTIVAR EL ESTUDIO EN LOS ESCOLARES
Si los castiga con horas extra de estudio, intenta ser su profesor particular en el escaso tiempo que pasa junto a ellos o convierte en una guerra diaria su afán porque estudien, sepa que lo está haciendo mal. Lo mejor es evaluar con su hijo o hija las razones del desgano y las bajas notas, buscar soluciones en conjunto y llegar a acuerdos sobre las consecuencias y beneficios de mejorar sus calificaciones.
Muchos padres confunden el motivar a sus hijos con estudiar junto a ellos, revisarles todos los días los cuadernos, tomarles la lección, hacerles pruebas de ensayo, etc, etc, etc. Una rutina que generalmente se transforma en discusiones, sobre todo cuando se trata de escolares con bajas notas.
Sin embargo, para motivar a los alumnos los especialistas creen que no sólo basta con estos esfuerzos. Los extensa jornada escolar de los niños y el extenuante día de los padres dan mayoritariamente un resultado: estudiantes que pasan prácticamente todo el día en el colegio y que llegan cansados a sus hogares, más padres que trabajan demasiado y que arriban a sus casas sin ganas de laborar más.
"Y es justamente en ese momento en que comienza el ritual del chequeo escolar ¿Cómo te fue, te dieron tareas, las hiciste, tienes pruebas, estudiaste, muéstrame la libreta?", dice el psicólogo Fabio Sáenz, especialista de la corporación sin fines de lucro Ser Joven de Lo Barnechea, que reúne a especialistas que entregan atención de salud a jóvenes de escasos recursos de entre 10 y 19 años de esa comuna.
Sáenz dice que es en ese momento -sobre todo con escolares de bajo rendimiento- que los padres intentan convertirse en profesores particulares o en los inspectores de sus hijos, "labor para la que -generalmente- no están capacitados, incluso los que son profesores", diagnostica.
El psicólogo estima que es en los colegios donde este tipo de tareas deben ser resueltas, ya que los jóvenes tienen tiempo de sobra y porque allí están los profesionales adecuados. "Muchos tienen horas para estudiar y hacer tareas dentro de la jornada escolar, supervisados por un "profesor de verdad, lo que en muchos casos mejora la calidad del poco tiempo que los padres pasan con sus hijos durante la semana". Ello no indica -bajo ningún punto de vista- que los padres se desliguen de la educación de sus hijos, advierte Sáenz.
De hecho la mejor forma para motivar a su retoño es saber justamente por qué tiene malas notas y por qué no quiere estudiar. Y para ello debe conocerlo (ver infografía).
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